Siempre se vuelve a este primer amor...ÉL siempre acá, esperando que tipees algo que salga del corazón.
Y volví por un ratito,porque se cruzó por mi camino y no pude evitarlo. De mi, florecieron sentimientos que se convirtieron en palabras y necesitaban descansar en algún rincón.
Pasaron tantos momentos desde la ultima vez que escribí, que cuesta reconocerme en los textos, pero al fin,me reencuentro con esa vieja yo, un poco triste de más,buscando sobrevivir a la soledad.
El tiempo me hizo crecer, entender cosas de la vida, confundirme un poco, darme cuenta de lo injusta que puede ser a veces, pero saber lo lindo que es sentirse viva.
Hubo épocas de oscuridad, en las que la muerte era mi sombra eterna, hubo épocas en las que atrás mío, no había nadie,estaba sola entre tantos desconocidos, y hubo otras, en las que entendí, que caminar sola no estaba mal, porque al fin y al cabo la vida se trata de caminar solo pero con manos que nos agarren para no caernos, y si nos tropezamos nos ayuden a levantarnos.
Hoy a mi lado tengo personas que me quieren, que me apoyan, algunas a la distancia, otras no tanto. Y sin embargo, por momentos la inseguridad de caer a ese pozo me aterroriza y me nubla la vista. El miedo de perder el rumbo, que esas personas se vayan y me dejen sola me paralizan. Y pienso, y razono, y respiro.Y me doy cuenta que la única que tiene el poder para mantenerse en pie y seguir adelante, soy yo.
Yo soy la responsable de mis alegrías y mis tristezas, de mis caídas y mis fuerzas para levantarme. Porque es mi vida y yo decido que hacer con ella.
Creo que todo ese tiempo de dolor, fue un tiempo de transición,de crecimiento, y de aprender a quererme un poquito más. Porque lo que se necesita para no caerse es un poco de amor propio, de confianza y de vez en cuando, de esa mano llena de amor, que curará los raspones de las rodillas.
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