martes, 4 de junio de 2013

Es tiempo de aceptar.

Siempre recuerdo esa noche cuando pasaste por mi casa a buscarme. Te saludé con un dulce beso en los labios, te veías contento.
Esa noche caminamos por las calles desiertas riendo, cantando, llorando un poco. Esa noche no la olvido. Esa noche cuando me miraste a los ojos y me abrazaste, cuando me dijiste que te gustaba por ser simple y hermosa. Cuando me dijiste que te hacía feliz incluso en tu más oscura soledad.
Pasaba horas tratando de comprenderte, de entender tu dolor.
Y sin embargo tus ojos siempre mostraron lo mismo, una profunda tristeza embriagada de la felicidad espontánea que yo te brindaba.
Y sin embargo no pude ayudarte a dejar atrás la oscuridad. Nunca quise darme por vencida, siempre estuve ahí en tus momentos mas desolados y sin embargo, nunca aceptaste mi mano, nunca agradeciste mi esfuerzo.
Y te fuiste, me dejaste con los brazos abiertos, rechazaste todas las oportunidades, rechazaste mi ayuda como si no te importara.
Y yo me quedé sola, triste y preocupada, esperando encontrarte y poder salvarte.

Y allí estás, tan serio y tranquilo, miras para abajo como si el mundo estuviera a tus pies. Pero algo te hace levantar la cabeza, vengo caminando de lejos, esperando encontrarte hace ya mucho tiempo. Y allí estamos, los dos enfrentados, sin saber muy bien qué decir, qué hacer.
Pero lo noto, lo veo en tus ojos. No son los mismos de antes, tu rostro oculta algo, tu sonrisa no es la de siempre.
¿ Qué es ese brillo en tu mirar? ¿Qué eso que no te animas a decir?
La gente se cruza en nuestro camino, la muchedumbre se amontona, se aplasta y luego se despega. Un mar de gente me atormenta, pero vos seguis bien, con tu mirada impenetrable, tu semblante igual que siempre. Alguien se acerca y toma tu mano. ¿Quién es? ¿Porqué esa chica toma tu mano? ¿ Por que besas a esa desconocida? ¿qué fue lo que me perdí? Debería ser yo quien tome tu mano, debería ser yo la que te haga feliz....
Tu mirada vuelve a cambiar. No, no me mires así por favor. Tus ojos demuestran lástima hacia mi. No, no por favor, no quiero darte pena.
¿Qué pasa? ¿ Qué son todas esas cosas que decís y no llego a entender? pará, hablas tan rápido que no puedo seguirte. La gente dejó de hablar dejó de pasar. ¿Qué pasa a mi alrededor? ¿Porque la vereda está tan fría? ¿ porqué solo zapatos puedo ver? Oscuridad. ¿ Qué pasa, por que no puedo pensar, hablar? Oscuridad. La basta oscuridad...

jueves, 16 de mayo de 2013

Volviendo a la oscuridad

Tengo miedo.
Miedo de perderme,
miedo de perderte,
miedo de perderme en vos.
Le tengo terror a la soledad,
me espantó por tantos años
que ya no la quiero acá.

Ya no puedo verme en el espejo
me da miedo el reflejo.
Ya no se quien soy
ya no quiero ser yo,

la de los ojos cansados
no quiero ser yo,
la solitaria y triste.
Yo quiero ser la amada
la linda y querida.
Quiero ser la que en noches
deambule por tus sueños,
te cante melodías
y no llore por malos días.


Podría internarme en el mar,
calmar mis penas y llorar
pero no mataría el dolor
ese que ahuyenta al amor.

La sangre me alivia
nunca pensé que era tan bonita
hace que mis manos dejen de temblar
hace que mi alma pueda descansar.

No quiero que me veas llorar,
no pienses que lo hago por vos,
no creas que en mi vida todo lo sos
(aunque si lo seas en realidad).

Pero ya no lo haré más
no más lágrimas para los demás.
Hoy solo quiero sangrar,
y dejar de pensar en amar.



martes, 23 de abril de 2013

Te busco olvidándote.

Los días pasan y a cada hora me pregunto: ¿Dónde estás? ¿Por qué calle caminas hoy? Quiero buscarte encontrarte por casualidad, volverte a enamorar.
Pero te busco y no te encuentro, te pienso y te recuerdo. 
¿Qué tan grande es la ciudad? ¿En qué callejón te esconderás? Ojalá el destino me pudiera ayudar.
Tus fotografías me ayudan a no olvidar tu cara, tus gestos, tu mirada. El paso del tiempo intenta que mi memoria te olvide para dejar de sufrir, pero mi corazón no quiere olvidarte, te necesita, te espera.
La mente querrá olvidarte, el sentido común me obliga a dejarte, pero mi corazón no puede. Guarda una profunda esperanza en que un día aparezcas de vuelta en mi vida, haciéndome feliz, alejándome de la dulce tristeza, amándome, cantándome...

Me gustaría pensar que lo nuestro fue solo un mal sueño, de esos que se olvidan con facilidad, que no tienen importancia ni valor, pero sin lugar a dudas vos no fuiste para una pesadilla y no fuiste algo poco importante en mi vida. Pero si lo fuera, este dolor que me consume, este amor no correspondido no me lastimaría con tanta fuerza.
La realidad es tan violenta y oscura que prefiero vivir de sueños, de recuerdos felices, porque todo es tan soberbio y malvado, que la ciudad me encierra en un laberinto donde no encuentro la salida, donde hay millones de personas iguales a vos, que me confunden e ilusionan.
¿Serás alguno de ellos? Te encontraré otra vez en este suburbio sobre poblado? Espero que si. Me salvarías de este infierno que me aprisiona. 
No sirve de nada buscarte si no quieres ser encontrado. Te escondes de mí y yo no puedo evitarlo. La neblina no deja que te distinga entre tantos iguales. 
Si no me buscas, será porque no me quieres encontrar. 
El destino ya tiró sus cartas y así debo aceptarlo. No te encontraré.
Te olvidaré, te lo juro. En mi vida tan solo serás un recuerdo de la juventud. Y cuando recuerde los momentos juntos, esos tan cursis y tiernos, solo pensaré en lo bien que me sentí, pero en todo lo que también sufrí.
Te olvidaré, el tiempo me ayudará a dejarte atrás.




martes, 9 de abril de 2013

Florecer al corazón.

Recordando fechas dentro de mi cabeza, me di cuenta hace cuánto te conocí. Fue hace unos pocos meses, lo recuerdo bien. Una fiesta, pocas luces girando al ritmo de la música al igual que nuestros pies no tan coordinados como ellas.Esa no es la cuestión. Lo que intento decir es que hace muy poco te conozco, pero no me parece correcto, siento que te conozco hace mucho tiempo atrás quizás de alguna vida pasada.
Siento que todo lo que vivimos, no fue un corto mes, si no la más hermosa eternidad.
En ese corto mes, me hiciste sentir infinitas cosas, de las más variadas, pero la más importante fue que me salvaste de la muerte.
Te recuerdo cada día, recuerdo esa eternidad como si hubiese sido ayer. No olvido las pequeñas conversaciones que teníamos, aunque fueran un poco tontas y cortas...
Ese mes, fue la mano que me ayudó a salir de mi tristeza, de mi vacío. No quiero mentir, se que no salí de él completamente pero fue lo primero que me empujó a la salida y todavía sigo luchando por salir.
Pero me salvaste y te lo agradezco.
Antes de conocerte, yo no era la misma. Solía soñar con la muerte, solía pensar en asesinarme. No era feliz, por que no creía en esos cuentos con finales felices, mucho menos en el amor. Solo creía en tragedias aburridas.
Pensaba en matar a cada hombre de este planeta y luego seguir conmigo.
Hoy después de haber sufrido tu inesperada partida,- que sigo sufriendo- después de que haya intentado matarme, de que me hayas hecho feliz, después de aceptar que me gustabas, pude comprender algo de la vida, esa que odiaba.
Comprendí que el amor y la felicidad solo existen si uno mismo los crea, si uno mismo hace un esfuerzo por buscarlos adentro nuestro.
Comprendí que si mi vida terminaba, no iba a poder confirmar mi teoría del 'amor de la vida', esa de poder morir con un gran amor.
Entendí que la muerte siempre me va a esperar, pero la vida no. La vida no se elige, pero se puede transformar en lo que nosotros queramos, eligiendo los caminos que nos brinda, eligiendo si ir caminando o corriendo... En cambio la muerte es una sola, es el descanso de una vida fugaz. La muerte no cambia, porque no sabemos que es lo que hay en ese camino misterioso, ese único camino que no podemos elegir.
Por eso, gracias a vos, las ganas de seguir caminando revivieron en mi, aunque a veces esté triste y quiera descansar de esta difícil vida Gracias a vos, mi corazón floreció, con el amor y la felicidad que me diste, regué a mi marchitado corazón que agonizaba en un rincón mi pecho.
Ese mes salvó mi vida, me dio la fuerza para poder continuar por un largo tiempo más.
Sigo lamentando tu huida, no pienses que te perdoné, este corazón todavía se está curando de graves heridas y una grande que tardará en cicatrizar, es esta.
Ojalá algún día pueda contarte lo que significas para mi, decirte que me salvaste. Ojalá algún día leas esto y no pienses que estoy loca, quisiera que te sientas contento y tranquilo, feliz por haberme salvado aunque en en esta historia solo estuvieras por un mes, pero en mi mente, una eternidad, hermosa eternidad que me dio felicidad  esperanza y fe.
Gracias.
Espero que en otra vida, nuestros caminos se unan para siempre, por unos cuantos eternos meses.
Gracias por liberarme de este dolor y dejarme vivir feliz.

martes, 26 de marzo de 2013

Intento fallido.

He intentado cambiar, mejorar.
He intentado sonreír, ser positiva y feliz ante todo.
Quise hacer feliz a mis padres, a mis amigos, pero yo no soy así, no voy a cambiar. No voy a hacer lo que ellos creen que me va a hacer bien o me ayudará porque no lo hará.
Perdón. 
Pero mi interior ya se pudrió, no se puede curar. 
Y no digan que no lo intenté, porque sonreí por mucho tiempo, no lloré en las noches, no me corté y luché por lo que quería. No más, ya me rendí. Mi alma no puede más, está cansada de no poder encajar en la vida 'ideal'. 
Mis hombros no aguantan el peso de la presión que me causan los demás. 
Hoy digo basta, hoy me rindo. 
Las pesadillas me atormentaron por la noche. No soy feliz y no puedo serlo. Ya lo asumí, algunas personas nacieron para ser exitosas, felices o hermosas, no es mi caso. 
Quiero dejar de sentir, quiero librarme de la vida. La vida que me aprisiona, no me deja  ser libre y yo quiero volar, ser aire, ser invisible, ser tan solo nada. 
Necesito liberar todo este dolor, este malestar que ocupa todo mi cuerpo y no me deja respirar.
La oscuridad me aterra. Solo necesito que alguien prenda una vela. Pero la espera de ese alguien se hace interminable. Ya no aguanto este miedo y por eso prefiero liberarme.
Perdón. Fallé otra vez.