martes, 9 de abril de 2013

Florecer al corazón.

Recordando fechas dentro de mi cabeza, me di cuenta hace cuánto te conocí. Fue hace unos pocos meses, lo recuerdo bien. Una fiesta, pocas luces girando al ritmo de la música al igual que nuestros pies no tan coordinados como ellas.Esa no es la cuestión. Lo que intento decir es que hace muy poco te conozco, pero no me parece correcto, siento que te conozco hace mucho tiempo atrás quizás de alguna vida pasada.
Siento que todo lo que vivimos, no fue un corto mes, si no la más hermosa eternidad.
En ese corto mes, me hiciste sentir infinitas cosas, de las más variadas, pero la más importante fue que me salvaste de la muerte.
Te recuerdo cada día, recuerdo esa eternidad como si hubiese sido ayer. No olvido las pequeñas conversaciones que teníamos, aunque fueran un poco tontas y cortas...
Ese mes, fue la mano que me ayudó a salir de mi tristeza, de mi vacío. No quiero mentir, se que no salí de él completamente pero fue lo primero que me empujó a la salida y todavía sigo luchando por salir.
Pero me salvaste y te lo agradezco.
Antes de conocerte, yo no era la misma. Solía soñar con la muerte, solía pensar en asesinarme. No era feliz, por que no creía en esos cuentos con finales felices, mucho menos en el amor. Solo creía en tragedias aburridas.
Pensaba en matar a cada hombre de este planeta y luego seguir conmigo.
Hoy después de haber sufrido tu inesperada partida,- que sigo sufriendo- después de que haya intentado matarme, de que me hayas hecho feliz, después de aceptar que me gustabas, pude comprender algo de la vida, esa que odiaba.
Comprendí que el amor y la felicidad solo existen si uno mismo los crea, si uno mismo hace un esfuerzo por buscarlos adentro nuestro.
Comprendí que si mi vida terminaba, no iba a poder confirmar mi teoría del 'amor de la vida', esa de poder morir con un gran amor.
Entendí que la muerte siempre me va a esperar, pero la vida no. La vida no se elige, pero se puede transformar en lo que nosotros queramos, eligiendo los caminos que nos brinda, eligiendo si ir caminando o corriendo... En cambio la muerte es una sola, es el descanso de una vida fugaz. La muerte no cambia, porque no sabemos que es lo que hay en ese camino misterioso, ese único camino que no podemos elegir.
Por eso, gracias a vos, las ganas de seguir caminando revivieron en mi, aunque a veces esté triste y quiera descansar de esta difícil vida Gracias a vos, mi corazón floreció, con el amor y la felicidad que me diste, regué a mi marchitado corazón que agonizaba en un rincón mi pecho.
Ese mes salvó mi vida, me dio la fuerza para poder continuar por un largo tiempo más.
Sigo lamentando tu huida, no pienses que te perdoné, este corazón todavía se está curando de graves heridas y una grande que tardará en cicatrizar, es esta.
Ojalá algún día pueda contarte lo que significas para mi, decirte que me salvaste. Ojalá algún día leas esto y no pienses que estoy loca, quisiera que te sientas contento y tranquilo, feliz por haberme salvado aunque en en esta historia solo estuvieras por un mes, pero en mi mente, una eternidad, hermosa eternidad que me dio felicidad  esperanza y fe.
Gracias.
Espero que en otra vida, nuestros caminos se unan para siempre, por unos cuantos eternos meses.
Gracias por liberarme de este dolor y dejarme vivir feliz.

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